Llevamos mascarilla para no contagiarnos, pero ante lo que estamos sintiendo, ¿qué hacemos? ¿Cómo nos protegemos?
Estamos viviendo un gran cambio en nuestras vidas… Crece la incertidumbre frente al futuro, frente a nuestra seguridad, eventos difíciles nos están afectando y aumenta el nivel de tensión y estrés.
Existe sin embargo una forma de protegerse emocionalmente de la pandemia: desarrollar nuestra capacidad para superar la adversidad y la incertidumbre, aprender a ser más resilientes.
Un material resiliente es el que recupera su posición original después de haber sido deformado, una persona resiliente es la que a pesar de estar viviendo situaciones muy duras, es capaz de adaptarse y salir fortalecida.
No significa que estas personas sean invulnerables al estrés o capaces de evadir el dolor o la dificultad, sino que tienen más facilidad para superarse y recuperarse de eventos negativos.
Se han estudiado sus rasgos de personalidad entre los que podríamos destacar que son conscientes que no se puede tener control sobre ciertas cosas, que aceptan la vida tal y como es, que saben pedir ayuda, confían en los demás y en ellos mismos, se adaptan a los cambios, tienen la creencia de hallar un significado positivo de todas las experiencias y saben que “no hay mal que cien años dure”.
Hay muchos más rasgos en los que no vamos a extendernos ahora, pero la buena noticia es que se puede aprender a ser resiliente o a serlo más. Es cuestión de ir desarrollando y potenciando determinados rasgos psicológicos y competencias y sobre todo de trabajar en ello con un psicólogo especializado
¿Por qué no desarrollar esta competencia? nos manejaremos mejor en situaciones estresantes e inciertas como las actuales, y sobre todo seremos capaces de aprender más de los momentos difíciles y saldremos en vez de debilitados y agotados, reforzados y fortalecidos. Gestionaremos mucho mejor nuestras vidas y seremos más felices.
Isabel Lázaro Guesde